jueves

Tres anuncios en las afueras

Mildred Hayes es una mujer divorciada que vive junto a su hijo Robbie en la ciudad ficticia de Ebbing, Misuri y que está afligida por la violación y muerte de su hija Angela, ocurrida siete meses antes. Enojada por la falta de progreso en la investigación para dar con el culpable, decide alquilar tres vallas publicitarias abandonadas cerca de su casa, que en secuencia dicen «VIOLADA MIENTRAS MORÍA», «¿Y TODAVÍA NO HAY ARRESTOS?», y «¿CÓMO ES POSIBLE, JEFE WILLOUGHBY?». La gente del pueblo está molesta por las vallas publicitarias, incluido el jefe de policía Bill Willoughby y el oficial Jason Dixon. El secreto a voces de que Willoughby sufre de cáncer de páncreas terminal aumenta su desaprobación. Mildred y su hijo Robbie son acosados ​​y amenazados, pero ella se mantiene firme, para disgusto de Robbie.
Si bien Willoughby simpatiza con la frustración de Mildred, considera que las vallas publicitarias son un ataque injusto contra su persona. Dixon está molesto por la falta de respeto de Mildred por su autoridad, y responde amenazando a Red Welby, el que alquiló las vallas publicitarias a Mildred, y arrestando a Denise, amiga y compañera de trabajo de Mildred en una tienda de regalos, por cargos triviales de posesión de marihuana. Mildred también recibe la visita de su abusivo exmarido Charlie, quien la culpa por la muerte de su hija, ya que no le dejó su coche el día que Angela salió de fiesta y fue asesinada.
Willoughby detiene a Mildred para interrogarla después de un altercado con su dentista. Durante el interrogatorio, Willoughby comienza a toser sangre, un signo de que su enfermedad se ha vuelto severa. Después de ser internado, Willoughby abandona el hospital pese a las recomendaciones médicas y pasa un día idílico con su esposa Anne y sus dos hijas antes de suicidarse de un disparo a la cabeza...

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